La primavera
empieza en el invierno y su fuerza depende de la cualidad de ese invierno. Esto
es así en la naturaleza y en la vida de las personas. Si queremos disfrutar de
la energía expansiva y creativa de la
primavera entonces debemos cuidar de nuestra energía en el invierno. Debemos
cuidar de las raíces, de la esencia.
La medicina china
conoce muy bien este proceso. Cada proceso y órgano de nuestro cuerpo está
relacionado con un elemento, cada elemento está relacionado con una estación,
emoción, color y así por delante.
En el hemisferio sur
el invierno se inicia el día 21 de junio y termina el 22 de septiembre. El invierno corresponde al elemento agua, regente del riñón
y la vejiga. El agua es la energía primordial de la vida, la raíz, la fuente
profunda. De ella depende la juventud, así como la vitalidad y salud en
general. El riñón almacena esencia vital, rige el crecimiento y la reproducción
además de producir la medula ósea, espinal y encéfalo gobernando los huesos y
el agua del cuerpo. Si este elemento
está debilitado muchas enfermedades crónicas pueden aparecer.
Cada estación es el momento
ideal para cuidar el elemento correspondiente, junto con sus órganos. Se así lo
hacemos en la estación siguiente estaremos más sanos y dispuestos.
Si en el invierno
una persona negligencia los cuidados con el agua, si no la nutre ni preserva, entonces
en la primavera puede expresar varios problemas relacionados con el desequilibrio
del elemento madera, que corresponde a la primavera y genera el movimiento de expansión
harmoniosa, así como la salud de los órganos de la vesícula biliar y el hígado.
Algunos ejemplos de enfermedades relacionadas con el desequilibrio del elemento
madera son las jaquecas, presión alta, laberintitis, avc, debilidad visual,
mareos.
En el invierno es común que se manifiesten
de forma más acentuada los desequilibrios del elemento agua, sea por
que en la estación anterior, el otoño,
no cuidamos correctamente del elemento correspondiente, que es el metal, o por deficiencias
crónicas del elemento agua.
Algunas de las enfermedades
relacionadas con el elemento agua son problemas de oído, osteoporosis,
dolores lumbares, hernias de disco, ciático, infecciones del sistema urinario, fobias
y miedos. En el invierno hay una tendencia a estar más inseguro o miedoso, porque
el agua se relaciona con esta emoción. El antídoto es la sabiduría, también
relacionada con este elemento.
Para cuidar este elemento en el invierno, fortaleciendo
la salud y realmente ayudando a mantener nuestra vitalidad y juventud, podemos tener algunos
cuidados básicos:
- Evitar enfriarse. Sobre todo mantener los
pies siempre calientes, evitando pisar descalzos el piso.
- Evitar sentarse en superficies frías.
- Evitar tomar líquidos y alimentos helados.
- Masajear la región de los riñones con movimientos
circulares de las palmas de las manos por la mañana, calentándolos.
- Mantener un estado más resguardado,
introspectivo, cultivando las cualidades internas
- Dormir antes de las 23hs.
- Temprano por la mañana realizar prácticas energéticas,
como tchi qong, Tai Chi,
pranayamas, yoga. Al practicar por la mañana absorbemos el yang que es la energía predominante antes
de las 11hs.
- No excederse en la actividad sexual, sobre todo después de los 35 anos para las mujeres y de los 40 para los hombres (energéticamente son edades correspondientes, pues la mujer tiene ciclos de 7 años y el hombre de 8)
Alimentos que nutren el elemento agua y son
recomendados en esta época:
Frijoles negros
(azuki), raíces profundas como la bardana,
ciboulette, zanahoria, nabo, jengibre, cebolla,
espárragos, algas como Nori.
Con la ayuda de un
buen terapeuta de la medicina china o acupunturista puedes obtener indicaciones más
personalizadas sobre alimentación de acuerdo con tu dinámica energética.
Si eres joven y sana te
ayudará a mantenerte así, si estas enfrentando enfermedades, sobre todo crónicas,
o agotamiento, envejecimiento precoz, este
es el tiempo para recuperarte.
Maria Soledad