Estamos entrando en
primavera y luego vendrá el verano con sus largos días de sol y muchas
veces la piscina.
Nunca me han
gustado las piscinas tradicionales, se siente el agua parada, el olor a cloro y
además sabes que esa agua ha estado allí recibiendo a tantas personas. Hoy en día sabemos que el agua guarda memorias. Y principalmente el cloro
es tóxico, reseca el pelo y la piel, lo que también contribuye en el proceso de
envejecimiento.
En Europa ahora muchas personas tienen piscinas ecológicas, que limpian el agua a través de plantas que deben estar al lado de la piscina. El agua es cristalina, no necesita ningún aditivo químico y huele a rio, a lago.
Aquí algunas fotos para inspirarse.
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